Durante 2015 seguro que Ud. habrá leído u oído el concepto “transformación digital” varias veces (si no es así, empiece a preocuparse). Probablemente piense que es uno de esos términos más o menos efímeros que de repente se ponen de moda, para acabar desapareciendo pasado un tiempo. Pero esta vez no se equivoque, la “transformación digital” cambiará nuestras vidas (de hecho ya lo está haciendo) y cambiará radicalmente nuestras empresas.
¿Qué es la transformación digital? Es todo el conjunto de cambios, en todos los aspectos de la vida humana, que vienen provocados por las tecnologías digitales. Es un proceso que cambiará nuestro entorno, nuestra forma de vivir y consumir, y en consecuencia nuestras empresas e instituciones.
Por tanto, su empresa, si quiere sobrevivir, deberá competir en un nuevo entorno que podemos definir por las siglas V.U.C.A. (otro término a aprender) Volátil, Incierto (Uncertainty), Complejo y Ambiguo. Al más puro estilo darwiniano, asistiremos a un proceso de selección natural donde solo sobrevivirán las empresas que hayan conseguido mutarse adecuadamente, otras muchas desaparecerán en el proceso, y otras nuevas e impensables hoy emergerán.
Para complicar un poco más la situación, además es necesario mantener el negocio tradicional al mismo tiempo que se inicia la transformación digital. Para tener éxito en esta transformación es crucial entender que no es solo, ni fundamentalmente, un asunto de tecnología. El verdadero reto es entender que es un cambio de modelo económico con unas nuevas reglas que obliga a trabajar con una mentalidad diferente.
Así pues, además de dominar las nuevas tecnologías, hay que conocer y entender las nuevas “reglas del juego”, los nuevos modelos de relación entre productores – intermediarios – consumidores, y ser capaz de liderar un profundo cambio cultural en su empresa.
Combinar todo estos factores requiere de perfiles altamente especializados que no es habitual encontrar en las empresas. Apoyarse en un “Interim Manager” que cumpla este perfil y que nos ayude a iniciar la transformación digital mientras el negocio tradicional sigue funcionando, es una solución ideal y a su alcance.
Piense en la extinción de los dinosaurios, y decida si quieren estar entre las empresas que sobrevivieron… o entre las que esperaron a ver qué pasaba. Es necesario empezar ya con la transformación, demorarlo puede suponer la desaparición más pronto que tarde.
