Cuando creas una startup es importante conocer los aspectos clave que debes tener en cuenta antes de dar el primer paso. De esta manera estarás preparado para realizar las gestiones necesarias y enfrentar los posibles obstáculos que pueden presentarse antes, durante o después de la puesta en marcha del negocio.
Por una parte, se deben conocer los requisitos necesarios para iniciar el negocio que, en algunos países, es una interminable lista de documentos y permisos que se constituyen en trabas para lograr el tan anhelado visto bueno de las autoridades correspondientes. En otros países, este proceso es más expedito, dependiendo de la naturaleza de la startup y su importancia estratégica.
Porque no es igual instalar una línea de taxi que un banco. No es lo mismo emprender un negocio de repuestos que un periódico, radio o tv. No es lo mismo establecer una ferretería que una empresa o contratista petrolera o de transporte.
Ahora bien, superados los escollos de los permisos, debes abocarte a los problemas potenciales que se derivan de la puesta en marcha del proyecto propuesto. Para ello es primordial, el rodearse y asesorarse de profesionales expertos conocedores del negocio. Los mentores de startups pueden convertirse en tu mano derecha a la hora de crear tu startup y te guiarán paso a paso, evitando cometer errores que puedan poner en riesgo tu proyecto.
Recordemos la famosa frase de Robert Kiyosaki:
“Ten cuidado a quien pides consejos. Yo recibo consejos de personas que están donde yo quiero llegar.”
Muchos cometen el error de asesorarse con personas que están recorriendo el mismo camino, sin ver aún las consecuencias de los errores que pueden estar cometiendo. Así que mejor pedir consejos a expertos, como los mentores de startups, que ya han emprendido negocios y han ayudado a otros a hacerlo con éxito.
Además de la asesoría, existen otros aspectos a considerar y son los inconvenientes que puedan surgir de las relaciones humanas. Siempre en una actividad cualquiera, pequeña o grande, sencilla o compleja, en donde deben ponerse de acuerdo dos o más seres humanos, puede resultar cuesta arriba el entendimiento entre opiniones contrapuestas. ¿Qué es lo deseable y cómo aprovechar el trabajo en equipo? Que de esa discusión surjan ideas o propuestas consensuadas que le den viabilidad sostenible a la aspiración común. Que de dos o más ideas contrapuestas se forme una idea fortalecida.
Otro punto esencial a considerar es la selección del personal, el perfil que debe tener, la ubicación de acuerdo a su capacidad, etc. Es preciso tener claro que la relación con el personal es clave para el éxito del emprendimiento, más cuando se trata de atención al público. Para ello se debe contar con el tino suficiente para escoger los mejores profesionales y ubicarlos de acuerdo a sus capacidades y habilidades.
Y no solo es escoger el personal, sino también fomentar la identidad corporativa. Inculcar al personal el amor por lo que hacen y por la empresa. Esto entra en el campo de la motivación individual, facilitando las herramientas que hagan más amable las condiciones de trabajo y propiciando incentivos que eleve la autoestima de cada quien. Además, la motivación de equipo, haciendo de la interacción grupal una palanca para elevar el nivel de rendimiento colectivo.
Una empresa debe funcionar como un engranaje donde todas las piezas interactúan sincronizadamente y, por ende, si una de las piezas falla se siente en el total de la actividad general, propiciando de inmediato reacciones que permitan, en el menor tiempo posible, corregir las fallas detectadas. En este sentido, la supervisión diaria, continua y permanente realizada por personal calificado será la base para evaluar el rendimiento del personal individual y colectivo.
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