Son múltiples los factores que pueden incidir en la falta de competitividad de una compañía, lo que suele derivar en situaciones de riesgo, en ocasiones, irreversibles. Llegar a tiempo para impedirlo requiere especialistas en turnaround, un proceso de análisis, diagnóstico y planificación estratégica y operativa que abarca todas las áreas de una compañía.
Madrid 16 enero 2023
Los profesionales que se ocupan de llevar a cabo tan ardua tarea son los denominados CRO (Chief Restructuring Officer), normalmente, contratados a empresas de Interim Management que cuentan con interim managers especializados en reestructuración. Es imprescindible que los procesos de turnaround sean llevados a cabo por profesionales con amplia experiencia en gestión del cambio organizacional, y deben ser ajenos a la estructura de la organización en la que intervendrán. Esta circunstancia les proporciona una visión objetiva que les permite actuar con pragmatismo, ajenos a cualquier influencia interna. Por supuesto, el CRO externo cuenta con el equipo de profesionales que ocupan posiciones directivas permanentes en la organización, aunque, en ocasiones, tiene la necesidad de complementar esta estructura con otros directivos especializados en diferentes disciplinas. De esta manera, se llega a conformar equipos mixtos de interim managers y directivos de la compañía en la que se interviene para su reestructuración.
Una de las funciones inmediatas que abordan estos profesionales es estabilizar la situación, en ocasiones, muy complicada. Su intervención suele tener un impacto positivo al poco tiempo de su incorporación a una compañía. Es importante destacar que estos CRO en transición están apoyados por la estructura de una empresa de Interim Management. Esta les da soporte técnico e interviene en caso de que el interim mánager no esté alcanzando sus objetivos, llegando a sustituirles de inmediato por otro directivo, si fuera necesario. Es esta capacidad operativa lo que marca la diferencia entre un interim mánager freelance y una empresa especializada en servicios de dirección en transición. En España, debido a la gran cantidad de directivos súper-cualificados que se encuentran disponibles en el mercado, se tiende a confundir a un profesional freelance con un interim manager, sin embargo, hay diferencias sustanciales. La mayoría de estos profesionales independientes desean ser contratados por una compañía para ejecutar un proyecto concreto, con la esperanza de permanecer en esa organización. Sin embargo, un interim mánager profesional tiene vocación de itinerancia, le gusta abordar diferentes proyectos en diferentes sectores, ámbitos profesionales y países. Este es uno de los motivos por los que estos profesionales operan a través de empresas de Interim Management, la mayoría, con implantación internacional, como es el caso de EPUNTO Interim Management que pertenece a la red Valtus Alliance. Además de proporcionarles apoyo de todo tipo en el transcurso del servicio para el que han sido contratados, saben que esa empresa contará con ellos para ejecutar otra misión, por lo que se esfuerzan en obtener los mejores resultados en su intervención. Así ha sido y sigue siendo en el mercado anglosajón y en la mayoría de los países europeos donde la dirección en transición tiene una gran implantación desde hace décadas.
Cada proceso de reestructuración es diferente, aunque suelen tener puntos en común. En ocasiones, los servicios de Turnaround Interim Management son contratados para la ejecución de acciones derivadas de un proceso de análisis previo, llevado a cabo por la propia organización o por otras, expertas en determinados ámbitos profesionales.
En otros caos, el interim mánager debe abordar el proceso completo, lo que supone: estudiar la situación, elaborar un diagnóstico, crear el plan de reestructuración, ejecutarlo y, en una última fase, evaluar los resultados. Posteriormente, la empresa de Interim Management retira al directivo en transición, ya que este se habrá ocupado de crear la estructura técnica y profesional para que la empresa emprenda un nuevo rumbo de éxito después de su intervención.
Sin duda, podemos considerar el turnaround como proceso que aumenta la competitividad de toda organización, independientemente de su actividad, sector o ámbito de actuación territorial. Cuando se estudian los puntos débiles, amenazas, fortalezas y oportunidades de una organización, siempre se produce una renovación que suele pasar por la innovación y esta, es el pilar que sustenta la competitividad. Actualmente, la digitalización, tanto a nivel de gestión como de producción o comercialización, es uno de esos factores de competitividad esenciales, lo que requiere una auténtica renovación en los procesos productivos y de los equipos profesionales que los gestionan. Por este motivo, algunas empresas de Interim Management hemos creado divisiones de negocio o empresas vinculadas, especializadas en transformación digital. Es nuestro caso con LIQUID Smart Technologies, concebida para dar servicios flexibles de digitalización a empresas y entidades públicas.