Madrid 15 enero de 2024
El liderazgo, entendido como el compendio de habilidades que permite influir en personas o colectivos, está íntimamente ligado a la dirección ejecutiva y al talento sénior. La fusión entre experiencia y conocimientos facilita esa visión estratégica imprescindible para afrontar con solvencia los obstáculos que surgen en la implantación de soluciones a nivel organizacional.
El escritor y orador motivacional estadounidense, Ken Blanchard, autor de uno de los libros de Management más vendidos del mundo, “The One Minute Manager”, tiene una visión singular sobre el liderazgo:
“En el pasado, el líder era un jefe. Los líderes de hoy deben ser socios de su gente… ya no pueden liderar basándose únicamente en el poder que deriva de su puesto de trabajo”.
Ken Blanchard y otros expertos en su misma línea de pensamiento, nos invitan a reflexionar sobre el papel protagonista de la madurez y la experiencia en el ámbito del liderazgo y la dirección ejecutiva. Todo directivo con experiencia sabe que no se puede alcanzar el éxito en la implantación de soluciones, si no se cuenta con la complicidad de los profesionales que conforman el ecosistema de una compañía y plena anuencia de la alta dirección. Socializar soluciones en la implantación de un proyecto, pasa por hacer que estas sean asimiladas desde el auténtico liderazgo, ese que nace desde la humildad y empodera a todos cuantos están implicados en la ejecución de la estrategia.
Los interim managers, personas forjadas en la compleja tarea de la dirección ejecutiva, son un claro ejemplo de liderazgo. Ellos saben bien que el talento no es suficiente, no basta con tener altas capacidades para el desempeño de una o varias funciones, es necesario fusionar talento y liderazgo para alcanzar el éxito, especialmente, en el exigente mundo del Interim Management. Las aptitudes sin la actitud adecuada sirven de poco cuando se trata de afrontar situaciones complejas, como son la mayoría de los servicios de dirección ejecutiva. A finales del siglo XX, Bill Gates lanzo el siguiente vaticinio en una de sus conferencias:
“En el próximo siglo, los líderes serán aquellos que empoderen a otros”.
Pero las nuevas formas de trabajo y la imperiosa atracción y fidelización del talento, no solo pasa por empoderar a otros, es necesario potenciar algo que se está dando por si solo, la fusión del talento junior con talento sénior en el desempeño de las funciones directivas. Es evidente el beneficio mutuo de esta unión que se ve reforzada con la incorporación de la IA a nivel organizacional, en cuanto a la eficiencia que proporciona en la gestión de procesos y a la atracción del talento más vanguardista.
El Executive Interim Management está concebido para resolver situaciones complejas desde la experiencia y con la mayor eficiencia. Este es el motivo de que los interim managers tengan dilatadas y exitosas carreras profesionales, pero, además, también son personas capaces de unir voluntades cuando asumen la responsabilidad de liderar la implantación de soluciones. En esa misión de liderazgo no se pueden hacer excepciones, hay que contar con todos los recursos disponibles para alcanzar el objetivo, lo que requiere tener una visión holística, analizando las circunstancias en su conjunto, una vez comprendidas las partes que conforman la situación a resolver.
