¿Es importante la resiliencia en la gestión del cambio?
Por supuesto que sí.
La conformidad es una de las trabas para el progreso. Aceptar las cosas tal como las vemos sin hacer el esfuerzo de pensar cómo podemos mejorarlas, es ir rumbo a la mediocridad. Cada ser humano tiene en sus manos la posibilidad de modificar su propio camino, para ello tiene un arma poderosa como es la razón, la inteligencia, y la capacidad de convertir lo negativo en positivo, a través de la actitud con que se enfrenten las situaciones.
Si todas las personas fuesen conformistas, no solo el mundo sería aburrido, sino que la palanca del progreso no se accionaría y seríamos un cúmulo de seres humanos sin ambiciones ni perspectivas de superación.
La resiliencia, término psicológico que explica el viraje que el hombre hace modificando las situaciones negativas, cambiando los fracasos y obstáculos, en situaciones positivas o beneficiosas, asimilando los errores y colocándoles como motores del cambio y la transformación, nos da la posibilidad de ser diferentes. Somos nosotros quienes tenemos la potestad de decidir cuál camino tomar: el de sentirnos fracasados y derrotados o el de fortalecernos y buscar soluciones.
Las personas exitosas son resilientes, que apuestan por una actitud positiva ante los obstáculos. Y esa es la actitud que debemos asumir para afrontar nuestras propias adversidades, sin quedarnos en la orilla del camino ante los primeros o continuos tropiezos. Esto es de suma importancia para entender cada oportunidad que se nos ofrece y la posibilidad cierta de superarlos.
Siempre surge la duda ¿la persona resiliente nace o se hace?
Si bien es cierto que hay personas que desde muy niños demuestran una mayor capacidad de asumir y sobreponerse a situaciones límites, todos podemos desarrollar esta capacidad. Solo es necesario poner en práctica una serie de hábitos que marcarán una diferencia importante en nuestro día a día y en nuestras vidas.
Aquí te presentamos los 5 hábitos necesarios para ser resilientes:
Definir objetivos claros
Tener los objetivos claros en la vida, tanto a nivel profesional como personal, contribuirá a encaminar los esfuerzos en una determinada dirección. En este sentido, independientemente de las circunstancias que se presenten en el camino, sabemos hacia dónde vamos. Es posible que los obstáculos nos afecten, pues retardan los planes, sin embargo, sentimos la necesidad de reponernos en poco tiempo para llegar a donde queremos.
Buscar el lado positivo de la situación
Todas las situaciones, por muy negativas que parezcan, tienen un lado positivo. Solo hay que detenerse a pensar, apartar de la mente las ideas negativas y enfocarse en lo que está aportando esa situación a nuestras vidas: fortaleza, aprendizaje, mejores oportunidades que no habíamos considerado.
Buscar el lado positivo de las situaciones hace que tengamos una actitud positiva hacia los problemas, seamos más abiertos a la posibilidades que se presentan y evitamos el papel de víctimas.
Fomentar la creatividad
Muchas veces en la rutina del día a día olvidamos la importancia que tiene la creatividad en nuestras vidas. En la medida que incrementamos la creatividad será más sencillo buscar soluciones a los obstáculos, encontramos nuevas maneras de mover las piezas en pro de los objetivos.
Practicar la conciencia plena o “mindfulness”
Estar siempre en el presente, a conciencia plena, permite aprovechar el momento para buscar soluciones y seguir adelante, sin lamentarnos del pasado ni sintiendo ansiedad por el futuro. Pensar en el pasado y el futuro solo retrasa nuestras acciones para reponernos a las adversidades.
Rodearse de personas positivas y buscar la ayuda de los demás
El rodearnos de personas positivas y buscar ayuda en ellas cuando se nos presenten obstáculos es vital para superarlos. Las personas positivas ayudarán a mirar la situación desde una óptica diferente, encontrando oportunidades que al principio no visualizamos.
La práctica de estos hábitos nos ayudarán a ser resilientes. Y ser resiliente no se trata sólo de superar los obstáculos sino también internalizar el aprendizaje que deja y salir fortalecidos de la situación, de manera de evitar pasar por situaciones similares en el futuro o, si vuelve a suceder, saber cuál es la mejor manera de actuar.
Hoy más que nunca la resiliencia se ha convertido en una clave en la gestión del cambio que impulsa el éxito de profesionales y empresas, dado que el cambio se ha convertido en una constante. Profesionales que sean capaces de reponerse a la actividades, directivos que se adelanten a los cambios del mercado, procedimientos corporativos flexibles, forman un todo para que la empresa sea capaz de adaptarse a las situaciones y evolucionar.
Los interim manager son personas altamente resilientes por la naturaleza de sus funciones, y pueden aportar a las empresas esa flexibilidad necesaria convirtiéndose en una palanca motivadora de la evolución y marcando el camino en la gestión del cambio.
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